Te has traido en tu mirada el mundo nuestro, en ese brillo que acaricio con la punta de los dedos dormidos, callados de no verte en tanto tiempo.
De la esperanza al ansia de poseer tu cuerpo, de sentir el calor que me hace huir del invierno.
Mis dedos, tus ojos y tus besos.
Que daria por robarte cada noche el mismo anhelo.
De la esperanza al ansia de poseer tu cuerpo, de sentir el calor que me hace huir del invierno.
Mis dedos, tus ojos y tus besos.
Que daria por robarte cada noche el mismo anhelo.
Imagen: El beso, 1982. De Auguste Rodin