No me hagas preguntas de silencios en grito,
no me pidas respuestas de lo que nadie oyó.
Cuentame como calla el susurro escrito,
cállate la palabra que al alba enmudó.
Ámame cuando ya nada tenga sentido
y los versos más simples no se atrevan a nacer,
ámame en la eternidad del beso perdido
en el abrazo efímero que necesita crecer.