Te extraño.
En mi mente apareces a veces desbaratando mis días,
arrugando mis sueños, ahuyentando al olvido, cegándome el alma. El manto de estrellas que cubren mis ojos
parece no ser suficiente para dormir sin ti.
A veces, quizás sólo una vez al año… Se vuelan las
ideas, retornan tus besos y tus manos, tus ojos claros, tu cuerpo cálido. Es en esos únicos momentos… que
irremediablemente, te extraño.
Entonces, sólo entonces, te busco en los portales,
en los libros y los cafés, aunque sé que no estás. Y te vuelvo a olvidar.