Desván Desastre: 1/2/11

martes, 22 de febrero de 2011

Filomena


Me acariciaron tus manos en el devenir infinito del hastío.
El perfume era fuente de caracteres mudos pero con vida.
Desaliñado el beso en mis manos quedaba,
desatino inconfundible del pesar del tiempo.

Donde va tu nombre en el eco perdido
de la mente enredada en parcas maneras
y las arrugas me convierten en un seso desnudo
sin saber estar. Son estos momentos de cera...

No te pierdas en mis ojos, no busques ya quien era.
No te mezas en las tinieblas del ser que no soy.
Me volé dando tumbos, gaviota prisionera
de la casa, la comida y estas ideas...

Te volaste dando tumbos, ay Filomena...
y a veces vuelves al ser que me amó.
La mirada de niña perdida en la acera
es el desayuno de mañana también.

Un acuario lleno de peces de colores,
tres segundos a tu lado, eso soy yo.

Y ahora Filomena:
 donde irán sin ti mis noches contigo.