Obligados a vivir caminos paralelos
rectas al infinito
cuyos destinos no llegan a cruzarse
recorrerán nuestros pasos senderos llanos
en la soledad que en crepúsculo y aurora
llevará nuestro nombre.
No es más fácil de seguir la ruta
aunque la explanada sea grande
Las piedras más pequeñas
traspasan mejor la piel.